Pese a la claridad de la norma mencionada, infortunadamente es común que en el marco de las relaciones laborales se presenten eventos de trato diferenciado que, dadas sus características, configuran una verdadera discriminación en el empleo.

Al respecto, el artículo 1 del Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la discriminación como «cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación«.

Como puede verse, la discriminación laboral puede materializarse de múltiples maneras. Por ello, a continuación explicamos cuáles son los supuestos más comunes de discriminación que se presentan en las relaciones de trabajo, para que sea más fácil su identificación:

Discriminación por condiciones de salud

Este tipo de discriminación perjudica a aquellas personas que tengan una afectación en su salud que les impida o dificulte sustancialmente el desempeño de sus labores en condiciones regulares. 

Comúnmente, estas personas son desvinculadas de su empleo en razón de su condición de salud, lo que las priva de los ingresos con los cuales satisfacen sus necesidades básicas.

Discriminación por sexo u orientación sexual

Esta clase de discriminación se basa en el sexo de las personas, o en sus preferencias sexuales, para establecer condiciones desiguales entre los empleados de una misma empresa u organización.

Los casos más comunes de esta clase de desigualdad se presentan cuando existen diferencias salariales entre hombres y mujeres, quienes a pesar de realizar el mismo trabajo en puesto, jornada y condiciones de eficiencia iguales, reciben una remuneración distinta, vulnerándose así el principio de «a trabajo igual, salario igual».

También es usual que se vulnere la igualdad entre los empleados, cuando se desvincula a alguna persona con ocasión de sus preferencias sexuales, o atendiendo a situaciones propias de su sexo, como el estado de embarazo en el caso de las trabajadoras.

Discriminación por actividades sindicales

Infortunadamente, este es uno de los supuestos de discriminación que más se presenta en nuestro país. Esta conducta consiste en establecer tratos perjudiciales en contra de los miembros de un sindicato, con miras a desestimular el ejercicio del derecho de asociación.

Frecuentemente, esta clase de discriminación se materializa en el ofrecimiento de mejores condiciones laborales al personal no sindicalizado, así como en la desvinculación de aquellas personas que se encuentren sindicalizadas.

Discriminación por raza u origen nacional

Esta odiosa diferenciación se presenta cuando se establecen por parte de un empleador tratos diferenciados entre sus trabajadores, atendiendo únicamente al color de su piel, o a su nacionalidad.

Este tipo de discriminación ha sido utilizada por algunas empresas multinacionales, las cuales instauran condiciones laborales más favorables para los empleados de cierta nacionalidad, a pesar de que otros trabajadores de diferente origen realicen la misma labor.

Discriminación por motivos de opinión política, religión y otros criterios injustos. 

La discriminación en el empleo, en fin, puede basarse en cualquier otra clase de criterios injustos, como la opinión política, la religión, o el origen social de los trabajadores, y puede materializarse en impedimentos para acceder al empleo, en el establecimiento de condiciones laborales desiguales, o en desvinculaciones basadas en esta clase de criterios.